Los problemas de conducta hacen referencia a patrones de comportamiento repetitivos y estables en el tiempo que vulneran los derechos de los demás y las normas sociales propias de la edad.
Tratándose de un problema conductual podemos justificar que existan técnicas propias que podamos utilizar para paliar las consecuencias y poder conseguir que nuestros niños/as estén socialmente más adaptados.
Las técnicas de modificación conductual permiten corregir muchos comportamientos inadecuados y/o disruptivos de nuestros niños/as.
Para establecer el plan de intervención es recomendable seguir unas pautas determinadas. Según la Guía de Intervención Clínica Infantil desarrollada por la Universidad Autónoma de Madrid en 2015, se pueden dividir en cinco:
1. Toma de contacto:
- Relación terapéutica adecuada con el niño/a y familiares si es posible.
- Entrevista con el niño/a y familiares, recogiendo el motivo de la consulta, evaluando el inicio del problema y de las principales relaciones funcionales (estímulos discriminativos, consecuencias, respuestas problemáticas, etc.)
- Utilización de tareas y autorregistros para casa.
2. Evaluación:
- Evaluación más estructurada para recabar más información.
- Utilización de pruebas estandarizadas.
- Si es necesario, se pedirán informes o información a otros contextos (colegios, otros familiares, médicos, etc).
3. Realización del análisis funcional del caso: analizar las conductas que constituyen el núcleo del problema del paciente, que lo generan y/o mantienen; sus antecedentes y sus consecuentes junto con el contexto en el que se dan y de los resultados de las pruebas a los padres y al niño/a y establecimiento de los objetivos consensuados y explicación del plan concreto de intervención.
4. Tratamiento: intervención según los objetivos previamente establecidos y priorizando los más relevantes o urgentes utilizando las técnicas que posteriormente se expondrán. También sería primordial aportar técnicas de entrenamiento a los padres o educadores/as que trabajen con el niño/a.
5. Seguimiento y prevención de recaídas: Tras la consecución de los objetivos, las sesiones pueden hacerse más distantes en el tiempo y utilizarlas para comprobar que los objetivos se mantienen y que hay un manejo más autónomo de situaciones complejas por parte del sistema familiar. Es importante trabajar la anticipación de situaciones futuras complejas por ambas partes.
Estas herramientas y otros contenidos son los que puedes encontrar en nuestro curso en Intervención Socioeducativa con menores con problemas de conducta.